Baltasar Garzón es culpable de prevaricación. Por supuesto es mi opinión y es muy probable que la resolución de los juicios no tenga nada  que ver con esta acusación personal. También habrá, sin ninguna duda, quien esté en desacuerdo conmigo. Y muy probablemente estas mismas personas que no casen con mi forma de ver la acusación si que tengan una visión muy parecida a la mía sobre la investigación que el juez Garzón estaba realizando. No creo que se pueda si quiera plantear la inocencia de Garzón, creo que cometió un delito de prevaricación (aunque este término debe ser tomado con cautela dadas su amplitud y ambigüedad).

Permitidme que me explique. Si entendemos por prevaricación el abuso de poder con el fin de conseguir un bien material o un apoyo, creo que la culpabilidad de Garzón es más que discutible, y así se discute en el proceso judicial que imputa al juez por haber recibido una cantidad de dinero como paga por unos cursos realizados en la Universidad de Nueva York. En ese caso, no lo considero realmente culpable ni de prevaricación ni de cohecho, aunque el tiempo y la sentencia lo dirán. No obstante, si prevaricación también se le considera a la toma de una decisión a sabiendas de que esta es injusta y que atenta contra el derecho, en este caso si estoy de acuerdo con la acusación. Baltasar Garzón prevaricó al decidir que ciertos crímenes (atroces) del franquismo son merecedores de una exhaustiva investigación y rehusó investigar otros igualmente graves, aunque quizá menos trascendentes,  como los casos de Paracullo del Jarama. Para quien lo desconozca en la localidad de Paracullo del Jarama tuvo lugar una despiadada masacre, como tantas otras en el marco de la Guerra Civil, que se llevó las vidas de 9.000 civiles y fue ordenada por el cabecilla comunista José Carrillo. El juez Garzón rechazó de pleno la querella, propuesta por el sindicato derechista Manos Limpias, alegando que la Ley de Amnistía no dejaba margen para acusar a antiguos criminales de guerra, ya fallecidos. No obstante, y contradiciendo sus propios argumentos, Garzón se consideró competente para llevar a cabo una investigación propuesta por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica que acusaba al exdictador Francisco Franco, y a tantos otros políticos franquistas, de crímenes contra la humanidad. En este segundo caso parece que la Ley de Amnistía desaparece y por lo tanto Garzón hace uso de su poder jurídico tomando una decisión injusta que atenta contra la amnistía de estos criminales de guerra. Baltasar Garzón es culpable de prevaricación.
Iluso aquel que crea que con esta afirmación termina el artículo.

Creo que el polémico juez es culpable de este cargo en concreto, y no niego que lo sea de los otros dos que se le imputan. No comprendo el fanatismo que muestran algunas personas hacia la figura de este hombre. En realidad no comprendo el fanatismo, a secas. Pero de igual forma creo que la labor que Garzón estaba realizando es un inmensurable acto de coraje y determinación. Pocas son las personas que se atreverían a remover entre la mierda que una guerra genera. Creo que todos los crímenes deberían ser investigados y procesados pero aún después de décadas de relativa estabilidad política la subjetividad de opiniones y los intereses encontrados son tan grandes y tan frecuentes que se hace imposible ser justo al investigar las atrocidades que nos hicimos los unos a los otros.

Creo que Baltasar Garzón es culpable, pero sus acusaciones son absolutamente disparatadas. Son cientos los casos de “prevaricación” que se dan día a día en los juzgados españoles y en los que se hace la vista gorda. También se ordenan incontables escuchas telefónicas que rozan la ilegalidad por eso de “el fin justifica los medios” y sobre las que nadie dice nada. Eso por no hablar de la estúpida acusación de cohecho por haber recibido pagos como compensación por unos cursos universitarios. En este caso la prueba con la que se acusa a Garzón es una carta formal que el juez escribió al presidente del Banco Santander (entidad que gestionó el pago por los cursos) y que comienza por “Querido Emilio…”. En fin, creo que lo absurdo de la prueba se demuestra por si solo.

Lo que quiero expresar con este artículo es mi convencimiento de que Garzón ha sido saboteado en su intento por destapar crímenes que ciertas personas prefieren dejar bien tapados, y a poder ser bajo tierra. Supongo que para el lector que haya conseguido llegar hasta esta conclusión final sin caer en un profundo sopor ya se habrá hecho más que evidente esta afirmación, y muy probablemente no he aportado nada nuevo a lo que ya sabía de antemano. Pero me veo en la obligación de destacar algo que parece haber sido sutilmente ocultado por todos los que apoyan a Garzón, e incluso por los que se consideran neutrales. Y es que Baltasar Garzón, más allá de todos los enemigos que hacen lo imposible por apartarle de su objetivo, no obra con objetividad e infringe ciertas reglas del juego, lo que le hace culpable de lo que se le acusa. Pero claro, si la acusación triunfa y Garzón es apartado de sus funciones, ¿quién gana la partida?










































Imagen vía el País

2 comentarios:

Javier Vegllalba dijo...

Una lástima que en blogspot no haya botón de "favoritos" ni de "me gusta", porque este artículo es sublime, pero que opinas ahora que hay sentencia?. Un detallito, con lo de la guerra civil, Garzón paso por alto también una ley de la transicion que se promulgó para resarcir todos los crímenes de la guerra, por parte de ambos bandos. Ley que se ha saltado; y por lo de los cursos de NY, eso no seria más bien corrucion? digo yo

Anónimo dijo...

Si puede ser llamada hasta corrupciòn, pero igual, creo que nadie està limpio, todos quedaron libres a excepcion de èl.

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