Este es el lema unánime de los
manifestantes que ayer protestaron de nuevo por las detenciones de 10 de los
suyos, ejecutadas por el cuerpo de policía el jueves 16 de Febrero. Ese día se
citaron a las puertas del instituto Lluís Vives de Valencia varios movimientos
de protesta por los recortes en Educación. La congregación, que llegó a
alcanzar varios centenares de personas entre estudiantes y representantes
sindicales, se apostó en la calle Xátiva y cortó la afluencia de tráfico en esa
calle, muy transitada, de Valencia. La intervención policial se hizo inevitable
cuando, según fuentes de la policía, algunos manifestantes comenzaron a
zarandear el vehículo de una ciudadana que trataba de cruzar la calle sin
demasiado éxito. La conductora fue ayudada a salir de su coche y tuvo que ser
atendida por un ataque de ansiedad. Tan solo hubo un detenido por este
incidente. Más tarde se produjeron otros cuatro arrestos justificados, según la
policía, por la agresión que sufrió un agente, ahora lesionado, que trataba de
reprimir la marcha junto a sus compañeros. Los establecimientos de la zona
sufrieron también los estragos de la protesta, por lo que se produjeron otras
dos detenciones. Ese mismo día, por la tarde, una concentración ante la
Jefatura de Policía se saldó con una carga y el arresto de otras dos personas.
En Castellón las protestas acabaron con el décimo y último detenido de la
jornada.
El viernes se repitió la concentración,
que de nuevo inundó los alrededores del IES Lluís Vives. Esta vez la protesta levantó
una mayor polémica fuera de los límites de la Comunidad Valenciana. La noticia
de las brutales cargas policiales se encendió como la pólvora en las redes sociales
con el hashtag de #LluisVivesSinMiedo y se convirtió rápidamente en una jugosa
noticia para los medios de comunicación. La protesta acabó con seis detenciones
que se suman a las diez que se practicaron el jueves, de las cuales tan solo dos
personas han salido en libertad sin cargos. En esta ocasión se contaron nueve
heridos, de los cuales cinco son agentes de la ley, un joven con una herida en
la mano, una chica hospitalizada en el Clínico de Valencia por una herida en la
cabeza y dos hombres con contusiones leves.
La desproporcionada actuación
policial, que cargó contra cientos de manifestantes entre los cuales se
contaban un gran número de menores, ha despertado la indignación de muchos
colectivos que ahora se proponen denunciar a los responsables. STEPV-Intersindical
Valenciana exige la inmediata dimisión de la delegada del Gobierno Paula
Sánchez de León. Quien ha recalcado su apoyo a la intervención de la policía
mediante un comunicado emitido ayer. Por su parte el foro del IES Lluís Vives
se llena de protestas contra la actitud policial y toman como lema de su
denuncia el insulto con el que uno de los agentes se dirigió a una alumna del
centro: “No tienes cuerpo ni de puta”.
La delegada Sánchez de León ha convocado
una reunión de los responsables de los partidos con representación en Les Corts
con el fin de discutir sobre “la proliferación de concentraciones no
comunicadas”. Aunque algunos de estos partidos no quieran hablar sobre este
tema, sino más bien sobre la pronta reprobación de la responsabilidad de
Sánchez de León en la orden policial.
Imágenes vía Periodismo Humano
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